MONUMENTO A LOS HÉROES

UN MONUMENTO HABITABLE

Consideramos que el proyecto para el monumento a los Héroes debe construirse a partir

de la coherencia y dialogo entre aspectos funcionales y simbólicos, donde cada una de

sus partes debe constituir un todo que nos hable de una realidad trascendente y a la vez

ofrezcan espacios confortables para el desarrollo de actividades prácticas en torno a la

memoria y la cultura.

En ese sentido cada espacio y elemento debe concebirse y cumplir con ese doble propósito,

existir en esta dicotomía que nuestra propuesta presenta y ser una articulación de lo simbólico

(monumento - memorial) con lo funcional (centro de interpretación).

Así mismo, entendemos la responsabilidad del monumento – centro de interpretación, el

proyecto, dentro del espacio en que se inserta. Es por eso que independiente de su carácter

singular, el monumento debe construir tejido urbano, ensamblándose dentro de la realidad

funcional del lugar, su morfología y “preexistencias”.

Por lo anterior concebimos el presente proyecto para el monumento a los héroes como una

pieza urbana que se articula a su entorno, complementando y estructurando el tejido urbano,

y a su vez como una pieza arquitectónica capaz de zanjar la brecha entre función y símbolo.

LA PLAZA

Dentro del espacio urbano, la plaza es el objeto que invita a la reunión, el dialogo y el

encuentro. Es el lugar de convergencia, el vacío en el tejido continuo. Dado su carácter

cultural y simbólico, consideramos que el presente proyecto debe iniciar por concebirse

como una plaza, un lugar de reunión dedicado a la memoria y la reflexión. Esto nos

conduce a la idea de un proyecto soterrado, donde las funciones y usos propios del

centro de la interpretación, se desarrollen bajo la superficie, permitiendo de esta forma

expandir el espacio público al interior del lote, generando mayor superficie para la

reunión, la reflexión y el dialogo.

DESCENSO Y MEMORIA – GRIETAS EN LA SUPERFICIE

Consideramos que este movimiento de descenso que el planteamiento propone al

enterrar las actividades bajo la plaza, constituye el primer momento de memoria.

Adentrarse en la tierra, descender es un movimiento físico que suscita reflexión,

adentrarse en uno mismo, volver al pasado. Es en sí un acto físico que invita a la

reflexión. Una serie de grietas y hendiduras sobre el nivel de la plaza son los

vehículos de comunicación con ese mundo interior y subterráneo. Las grietas a su

vez, participan del simbolismo del proyecto, son marcas indelebles, como registros

del pasado, que quedan en la superficie como vestigios de los acontecimientos.

ESCULTURA Y SIMBOLISMO – VOLÚMENES QUE EMERGEN

Sobre el nivel de la plaza emergen de la tierra (la memoria) elementos abstractos,

formas angulares que se proyectan al cielo en diferentes direcciones. Estos objetos

son en parte condición y requerimiento funcional y espacios “doble altura”, pero

más importante, complementan los simbolismos del planteamiento con su expresión.

Dichas formas “esculturas abstractas”, reflejan en su geometría la lucha, la

contradicción y la tensión. Sus quiebres y proyecciones irregulares hablan desde un

lenguaje universal y cuentan la historia de las batallas y del esfuerzo por la liberación.

Son objetos que emergen de la tierra, irregulares, quebrados, apuntando al cielo

anhelando la libertad.

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